"POR UN PLANETA LIBRE DE CONTAMINACION"

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MEDIO AMBIENTE

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CONCIENTIZACOIN SOBRE EL MEDIO AMBIENTE

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TERREMOTO DE ORIZABA AGOSTO 28 DE 1973

RECORDANDO ERA UN NIÑO Y UNO DE LOS SOBREVIVIENTES DE ESTE TERREMOTO HACE 39 AÑOS,EN LA HEROICA CORDOBA,VERACRUZ.ORIZABA,RIO BLANCO,NOGALES,CD. MENDOZA,LA PERLA,ACULTZINGO,COSCOMATEPEC, Y VARIOS CIUDADES DE LA REGION.20 AÑOS TARDO LA REGION EN LEVANTARSE.

LA REVOLUCION FORESTAL MEXICO GREENPEACE AND NATGEO

SEVEN SUZUKI LA NIÑA QUE SILENCIO AL MUNDO

EL TIEMPO ES HOY-BEDS ARE BURNING

FUENTES DE CONTAMINACION EN MEXICO


Como consecuencia de varios siglos de actividad minera en México y posteriormente, debido a la industria de la química básica, petroquímica y de refinación del petróleo, se han producido cantidades muy grandes, pero muy difíciles de cuantificar, de residuos peligrosos. Aunado a lo anterior, la intensa actividad de otras industrias, junto con accidentes durante el almacenamiento, transporte o trasvase de sustancias (fugas, derrames, incendios) y la disposición clandestina e incontrolada de residuos, contribuyen en gran medida a la contaminación de suelos (SEMARNAT, 2002). El número de sitios contaminados, aún en las estimaciones más conservadoras, asciende a varios miles de lugares cuyo riesgo potencial es desconocido. De acuerdo con datos publicados por el INEGI (2000), la superficie de suelo degradado por causas de contaminación en 1999 fue de 25,967 km2.


Todos los eventos en los que se encuentran involucradas sustancias que implican algún riesgo para el ambiente o la población y que puedan generar la contaminación de suelos y cuerpos de agua, son conocidos como emergencias ambientales. De acuerdo con estadísticas de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), cada año se presentan en México un promedio de 550 emergencias ambientales asociadas con materiales y residuos peligrosos. Dentro de los compuestos peligrosos más comúnmente involucrados en emergencias ambientales, se encuentran el petróleo y sus derivados (gasolinas, combustóleo, diesel), agroquímicos, gas LP y natural, entre otros (Figura 2).

Figura 2. Principales sustancias involucradas en emergencias ambientales reportadas a la PROFEPA entre 1997 y 1999 (PROFEPA, 2002).

Dentro de los contaminantes que se consideran prioritarios en México debido a su alta toxicidad y a su persistencia en el ambiente, se encuentran los siguientes: dioxinas, furanos, hexaclorobenceno, bifenilos policlorados (BPCs), plaguicidas organoclorados, mercurio, plomo, cromo, cadmio, compuestos tóxicos atmosféricos e hidrocarburos poliaromáticos (HAPs). De éstos, compuestos como los BPCs se han almacenado en tambores que, en muchas ocasiones, han sido dispuestos clandestinamente. Por su parte, los HAPs se encuentran como componentes de los hidrocarburos totales del petróleo (HTPs).


Como se mencionó, en todo el país existen problemas de contaminación aún no cuantificados con precisión. Sin embargo, pueden mencionarse de manera cualitativa los problemas de contaminación generados por el uso de agroquímicos, tanto fertilizantes (en especial los nitrogenados) como de pesticidas (fungicidas, herbicidas e insecticidas); los que son consecuencia del derrame y fugas de combustibles (petróleo y derivados), así como los ligados a actividades mineras, en sus etapas de extracción como en las de procesamiento de los materiales obtenidos (INEGI-SEMARNAP, 1997). A continuación se mencionan algunas de las principales fuentes de contaminación de suelos en México.


Industria petroquímica


La industria petroquímica en México se ha desarrollado aceleradamente, generando diversos satisfactores económicos. Sin embargo, su expansión y desarrollo también ha dado origen a graves problemas ambientales, derivados de emergencias ambientales, con graves repercusiones a la salud de la población y al equilibrio ecológico de los ecosistemas (Quadri, 1994; PROFEPA, 2000). Entre las causas que han generado este deterioro ambiental por la contaminación de cuerpos de agua y suelos a lo largo de todo el país, se encuentran las siguientes: (i) manejo inadecuado y abandono de materiales y residuos peligrosos; (ii) mantenimiento inadecuado o falta de éste en instalaciones petroleras; (iii) explosiones en instalaciones de alto riesgo; (iv) fugas en líneas de conducción; (v) derrames de hidrocarburos (CENAPRED, 2001; PROFEPA, 2002).


En el inventario de residuos peligrosos de PEMEX en el 2001 reportan la generación de más de 270 mil toneladas de residuos peligrosos. Aproximadamente el 86% del volumen total de estos residuos, corresponde a lodos y recortes de perforación (72%), lodos aceitosos (8%) y aceites gastados (6%).


Con respecto a los derrames y fugas de hidrocarburos, PEMEX reporta que durante el año 2001 hubo un total de 8,031 toneladas de hidrocarburos (crudo, diesel y gasolina) derramados en su mayoría en tierra, en los cuatro sectores de ductos del país (PEMEX, 2001). Esta última cifra es importante, ya que de esta manera puede estimarse la magnitud de la contaminación en los sitios cercanos a los derrames. Uno de los estados con mayor incidencia de sitios contaminados por actividades petroleras es Veracruz. De acuerdo con información de PEMEX, dos de los lugares más contaminados por hidrocarburos a nivel nacional son la refinería «Lázaro Cárdenas» y el pantano de “Santa Alejandrina”, ambos ubicados en el sureste de México.


Industria minera


La minería es una de las actividades económicas de mayor tradición en México, que contribuye en gran medida con el desarrollo económico del país, suministrando insumos a una serie de industrias (construcción, metalúrgica, siderúrgica, química y electrónica). De acuerdo con información de la Dirección General de Minas, la industria minera nacional es mayoritariamente metálica, y se dedica principalmente a la producción de cobre, zinc, plata y plomo.


Debido al desarrollo y modernización en los procesos de extracción y procesamiento de los recursos minerales, así como a la generación de grandes cantidades de residuos provenientes de sus procesos, la industria minera en México ha generado por décadas una gran cantidad de desechos y sitios contaminados a lo largo de todo el país. La producción minera en México, se concentra en doce entidades: Chihuahua, Michoacán, Zacatecas, Durango, Sonora, Coahuila, Guanajuato, San Luis Potosí, Hidalgo, Sinaloa, Colima y Jalisco. En la Tabla 1, se resumen las etapas de los procesos mineros y su relación en cuanto a impacto al ambiente.


Tabla 1. Relación de la actividad minera y su impacto al ambiente.

Fase Descripción Impacto ambiental
Exploración Barrenación, obras y perforaciones. Destrucción de vegetación
Explotación  Obras diversas: tiros, socavones, patios para depósito de minerales, zonas para descarga de materiales  Operación de presas de jales: arrastre de residuos peligrosos.
Descarga de aguas residuales
Beneficio   Concentración
Trituración y molienda
Tratamientos previos
Generación de ruido
Vibración y emisión de polvo
 
Fundición y refinación  Obtención de metales y sus aleaciones (uso de hornos industriales)
Eliminación de impurezas en los metales para aumentar la ley de contenido
Emisiones a la atmósfera, residuos peligrosos y aguas residuales 

FUENTE: Dirección General de Minas, Subsecretaría de Minas, SEMIP, 1994.

En general, todas las etapas que incluye un proceso minero, con excepción de la prospección, que implica estudios preliminares, generan problemas ambientales de alto impacto. Como puede verse, en todas las etapas se generan aguas residuales, residuos peligrosos y, en algunos casos, emisiones a la atmósfera. Sin embargo, dos de las etapas que más contaminación producen son las de explotación de los minerales y la de fundición/refinación.

 
Agroquímicos


El uso excesivo de agroquímicos, así como el inadecuado manejo y disposición de sus envases, ha sido un problema generalizado en México. Muchos de los plaguicidas empleados en el país hasta la fecha, se han prohibido en otros países por su toxicidad. Sin embargo, el número de plaguicidas se incrementa a razón de 10% al año. Esto ha permitido que el número de productos que entran en contacto con la población, se incremente en más de seis veces (CICOPLAFEST, 2000).


Los plaguicidas son el nombre genérico que recibe cualquier sustancia o mezcla de sustancias que se utiliza para controlar plagas que atacan los cultivos o insectos que son vectores de enfermedades. Según su composición química se clasifican en: insecticidas (organoclorados, organofosforados, piretroides y carbamatos), herbicidas (dinitrofenoles y triazinas) y fungicidas (fenoles y compuestos de cobre y azufre) (CICOPLAFEST, 1996).


Todas estas sustancias son compuestos químicos tóxicos y por su aplicación en tierras de cultivo, evidentemente son compuestos que se encuentran como contaminantes de grandes extensiones de suelos en todo el país. En México aún continúan en el mercado agroquímicos organoclorados como el ácido 2,4 dicloro-fenoxiacético (2,4-D), el pentaclorofenol (PCP) y dicofol, además de plaguicidas a base de carbamatos y los organofosforados como el malatión.

Estaciones de servicio


Los productos combustibles como gasolina, diesel, combustóleo, gasóleo, gas avión y gas LP, son producidos y distribuidos en México por PEMEX. La distribución al menudeo de gasolina y diesel, se lleva a cabo en estaciones de servicio (gasolinerías). Uno de los riesgos ambientales que involucra el manejo de estas estaciones, son los derrames o fugas de combustibles, que provocan la contaminación de los sitios en donde se encuentran los tanques de almacenamiento (CENAPRED, 2001).


Ferrocarriles


Otra de las empresas paraestatales que ha contribuido a la contaminación de aguas y suelos, es Ferrocarriles Nacionales, que se ha caracterizado por la generación de aceites gastados. La principal razón por la que esta empresa ha provocado la contaminación de suelos es por el almacenamiento inadecuado de residuos y combustibles como creosota y aceites gastados (PROFEPA, 2002).


Disposición de residuos peligrosos


Debido al creciente volumen de residuos peligrosos generados en nuestro país y a las capacidades existentes para su manejo, frecuentemente se presenta la disposición clandestina de éstos en diversos sitios (tiraderos municipales, terrenos baldíos, patios de empresas, drenajes), ocasionando así un aumento de sitios contaminados con sustancias peligrosas de naturaleza tanto orgánica como inorgánica. Por ejemplo, en 1980 en la mina Rosicler (Nuevo Mercurio, Zacatecas), se encontraron abandonados cientos de tambores que contenían residuos peligrosos como cloruro de mercurio, mezclas de químicos y BPCs. Se tiene información de que el contenido de varios de los tambores se ha derramado accidental o deliberadamente.


En la Tabla 2 se muestra una relación de sitios ilegales y/o abandonados, que se detectaron por la PROFEPA en el periodo 1995 – 1997, en donde se han desechado residuos peligrosos provenientes de diversas industrias (Kreiner, 2002).


Tabla 2. Tipos de residuos peligrosos que se encuentran como principales contaminantes en sitios abandonados y/o ilegales en varios Estados de México.

Estado
Número de sitios
Principales residuos*
Baja California Norte
8
Aceites, metales, polvo de fundición, solventes
Baja California Sur
2
Escorias de fundición, jales
Campeche
4
Aceites, lodos de perforación
Chiapas
17
Hidrocarburos, plaguicidas, solventes
Chihuahua
13
Aceites, hidrocarburos, químicos
Coahuila
15
Aceites, hidrocarburos, jales, metales, químicos
Durango
3
Hidrocarburos, insecticidas
Estado de México
10
Aceites, escorias de fundición, químicos
Guanajuato
10
Aceites, escorias de fundición, lodos, metales, compuestos organoclorados
Hidalgo
6
Escorias de fundición, pinturas
Jalisco
7
Diesel y combustible, baterías, lodos, químicos
Nayarit
5
Hidrocarburos, jales
Nuevo León
22
Aceites, cianuros, escorias de fundición, hidrocarburos, metales
San Luis Potosí
10
Asbesto, escorias de fundición, lodos, metales, pinturas
Sinaloa
4
Agroquímicos
Tamaulipas
8
Aceites, escorias de fundición, químicos
Veracruz
8
Azufre, hidrocarburos
Zacatecas
9
Jales, metales, químicos
TOTAL
161

* No se mencionan residuos biológico-infecciosos
FUENTE: PROFEPA, Informe Trianual 1995 -1997, 1998.

En el periodo de 1995 a 1997, se detectaron 161 sitios abandonados contaminados con residuos peligrosos en 18 Estados de la República. Sin embargo, se estima que el número de sitios de este tipo que contienen residuos peligrosos, es mucho mayor y se desconoce. Desde 1988, más de 27 mil empresas han cumplido con la obligación de informar la generación de residuos peligrosos. Sin embargo, se desconoce el universo de empresas generadoras que no informan y desechan sus residuos clandestinamente, y se estima que el universo potencial es mayor a 100,000 (Mosler, 2002).


De acuerdo con esta información, dentro de los residuos peligrosos encontrados con mayor frecuencia en tiraderos clandestinos se encuentran los desechos provenientes de la industria minera (jales, metales y escorias de fundición) y petroquímica (hidrocarburos y químicos), además de aceites gastados provenientes de talleres mecánicos.

¿CUANTA CONTAMINACION HAY EN MEXICO?


De acuerdo con los datos del Inventario Nacional de Emisiones, en 1999 los mexicanos emitíamos 40.5 millones de toneladas de contaminantes a la atmósfera, de los cuales 58% fueron emitidos por fuentes naturales (suelo, vegetación y actividad volcánica), y 42% por actividades humanas.

La mayor parte de las emisiones por actividades humanas fueron generadas por los vehículos y otros usos de combustibles y por las plantas de generación de electricidad.

En México, la generación de contaminantes atmosféricos es mayor en el Estado de México, Veracruz, Jalisco y el Distrito Federal, con un promedio de entre 6.4% y 9.4% de las emisiones por actividades humanas nacionales.

En contraste, Baja California Sur, Quintana Roo, Nayarit, Tlaxcala y Aguascalientes emitieron menos de 1% del total nacional.

Se calcula que cada mexicano emite en promedio alrededor de 170 kilogramos de contaminantes atmosféricos al año, lo que equivale al peso de dos personas adultas.

Para darnos una idea del nivel de contaminación del aire en México se utiliza el Índice Metropolitano de la Calidad del Aire (IMECA), que consiste en una transformación de las concentraciones de un contaminante a un número adimensional (SEMARNAT. Informe de la situación del medio ambiente en México 2008).

  • El IMECA tiene como objetivo informar a la población de manera clara, oportuna y continua, sobre los niveles de contaminación atmosférica, los probables daños a la salud y las medidas de protección a tomar. Con base en los valores del IMECA, las autoridades pueden declarar una contingencia ambiental.

Las ciudades que cuentan con programas de contingencias ambientales por contaminación son el Valle de México, Guadalajara, Monterrey y Salamanca.
(SEMARNAT. Informe de la situación del medio ambiente en México 2008).

En el Valle de México, las medidas que se aplican durante una contingencia son la suspensión de:

  • Actividades deportivas
  • Actividades cívicas
  • Actividades al aire libre
  • Quemas a cielo abierto
  • Restricción a la circulación vehicular
  • Restricción a la actividad industrial

MAPA DE LA CONTAMINACION AMBIENTAL EN ARGENTINA

NO A LOS CONTAMINANTES!

El mal manejo de los desechos afecta a casi todas las ciudades. La mayoría de los grandes ríos y lagos están contaminados por la basura domiciliaria, las cloacas y la actividad industrial o minera. Y hay más de 2.000 basurales a cielo abierto sin ningún tipo de control. Pareciera que en la Argentina poco importa la salud del ambiente. En las provincias, hay graves problemas de contaminación, especialmente en los ríos, en los lagos y en las napas subterráneas.

El descuido es alarmante y la falta de controles, casi infalible.

Muchos de los lugares turísticos están afectados. Como el lago San Roque, en Córdoba, que recibe desechos cloacales sin tratamiento, o el Dique Cabra Corral, en Salta, donde se depositan toneladas de basura. En otros casos, la contaminación proviene de la minería, como la sufren los pobladores de las Termas de Río Hondo, de Santiago del Estero, de Amanao en La Rioja, o los mapuches de Neuquén.

Ciertas empresas se ensañan con los ríos cercanos, como ocurre con el Riachuelo o el Reconquista. Ríos, lagos y napas son víctimas de un descuido generalizado. Y el aire tampoco está libre de problemas, como en el Dock Sud de Avellaneda,
Mendoza o Capital. Hay más de 2.000 basurales a cielo abierto en el país sin control, según Miguel Rementería, de la Comisión Interdisciplinaria del Medio Ambiente.

Para Daniel Sabsay, de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, «hay leyes que no se cumplen y otras que se reglamentan. Se superponen los organismos públicos, lo cual conspira contra un control real».

Según Verónica Odriozola, de Greenpeace Argentina, «los gobiernos no han controlado a las empresas, con el pretexto de que pueden verse reducidas las fuentes de trabajo». «Los ciudadanos deberían tener más participación para que monitoreen a los que contaminan», dijo Javier Corcuera, de Fundación Vida Silvestre.

El Gobierno ya abrió el debate. En Puerto Madryn, hace una semana, presentó la Agenda Nacional Ambiental. Según el secretario Atilio Savino, «se dieron lineamientos para planificar la política ambiental hasta 2007». ¿Se cumplirá?

La contaminación del suelo bonaerense

Uno de los principales focos es el polo petroquímico situado en Ensenada, cuyos gases provocan alergias e irritación en los ojos. Similares problemas causan los escapes del Polo Petroquímico Bahía Blanca. El Río de la Plata, el Luján y el
Matanza, que atraviesan partidos donde viven millones de personas, sufren un alto nivel de contaminación, debido a los efluentes cloacales, desechos líquidos, gaseosos y sólidos vertidos clandestinamente por las grandes industrias. Además, pesticidas y fertilizantes ya afectaron napas y cursos de agua de distritos de la cuenca del Salado.

Un lago cordobés lleno de toxinas

Las descargas cloacales de once municipios —incluida la capital— en el lago San Roque, lo sitúan tercero en el ranking de contaminación del país. Por exceso de materia orgánica abunda un tipo de algas que contienen toxinas, que atacan el
hígado y el sistema nervioso, y no se eliminan con los sistemas habituales de potabilización. FUNAM describe un problema similar en Embalse Río Tercero, al que se agrega —denuncian los ecologistas— la contaminación térmica producto de
la refrigeración de la central nuclear. Según la Dirección Provincial del Agua, «no surgen motivos de alarma».

Autos y camiones ahogan a la Capital Federal

Según Enrique San Román, investigador del Conicet, en Capital y el conurbano el aire está contaminado por las emisiones de autos y camiones.Otro problema que persiste es el estado grave del Riachuelo: «No existe una política de
saneamiento y todavía las industrias siguen arrojando sus desechos», explicó Rubén Mendez, de la Asociación Ecológica de Lanús.

Catamarca: efectos de una mina de oro

Hay serias denuncias contra la mina de oro de Bajo La Alumbrera, por posibles filtraciones de ácidos hacia ríos y arroyos de Amanao y Vis Vis, que provocan graves daños en la fauna y la flora. Se sospecha que también afectan napas subterráneas (Corresponsal).

Corrientes: químicos y residuos cloacales

En algunas ciudades, los residuos cloacales desaguan en lagunas o canales, porque la concesionaria de la red aún no construyó plantas de tratamiento. Los ríos también reciben el agua de las arroceras fumigadas con productos químicos.

El río del Chaco que terminó muriendo

El río Negro, que cruza Resistencia (300.000 habitantes), es desde hace mucho un cauce sin peces, pero lleno de desechos de fábricas de tanino, curtiembres y mataderos, e invadido por camalotes. En una zona con nueve meses de calor no hay
pesca, balnearios ni navegación.

Chubut: ríos, arroyos y lagos, jaqueados

Aunque la situación no es grave, preocupa el estado del río Chubut, el más importante de la provincia, por líquidos cloacales mal tratados y residuos industriales, sobre todo de las pesqueras. La misma causa afecta al arroyo Esperanza y al lago Rosario.

Basurero entrerriano que no deja respiro

A 10 minutos del centro de Paraná está su basurero, de 10 hectáreas a cielo abierto. Son frecuentes la autocombustión y el humo de los residuos orgánicos. Los gases que emanan del lugar, sobre todo metano, agudizan los padecimientos de
las personas con trastornos en el sistema respiratorio.

La Rioja: ¿el cromo llega a la sangre?

Los vecinos de Nonogasta hicieron juicio a la curtiembre Yoma: entre sus 7.000 habitantes ya hubo 4 jóvenes con leucemia en los últimos tres años (tres murieron). Abundan las afecciones respiratorias y de la piel. Los desechos líquidos rebasan las lagunas de tratamiento y corren por las calles. Se teme que el cromo haya alcanzado las napas.

Mendoza: mal aire

El humo de vehículos y fábricas forma una capa de smog sobre la ciudad de Mendoza, que se estaciona sin moverse. Esto agrava las enfermedades de las vías respiratorias, en especial el asma bronquial, cuyo índice de mortalidad es bastante alto.

Fumigaciones en campos formoseños

La Justicia aún no resolvió la demanda de los campesinos de Colonia Loma Senés, que sufren vómitos, diarreas y otros males, y pierden cultivos y animales por las fumigaciones en los campos de soja de un grupo de empresas.

Jujuy, un caso muy incomprensible

En la Quebrada de Humahuaca, declarada Patrimonio de la Humanidad en 2003, no hay centros de disposición de residuos, y la basura va a parar a cursos de agua o permanece a cielo abierto. En la capital, 120 toneladas diarias son arrojadas en celdas de emergencia, en una finca a 20 kilómetros, donde también lo hacen otros municipios.

Tierras desérticas de La Pampa

El problema ambiental más grave que sufre La Pampa fue que dejó de correr agua por el cauce del río Atuel, tras la construcción del dique El Nihuil, en 1948 en Mendoza. Con tantas tierras desérticas, casi no quedan ovejas, jaguares o
carpinchos.

Misiones: tóxicos sobre el Paraná

A pesar de las sanciones y las denuncias ante la Justicia, las autoridades aún no lograron impedir que Pastas Celulósicas Piray SA arroje residuos tóxicos sin tratar al río Paraná, donde forman una maloliente espuma. De esas aguas se abastecen muchos pueblos y ciudades.

Amenaza neuquina

La contaminación por el yacimiento hidrocarburífero Loma de la Lata afecta a los mapuches. Repsol-YPF admitió el problema y discute cómo remediarlo.

Mina Angela y el cianuro en Río Negro

En 1999 se dejó de bombear el agua que se acumulaba en las galerías de Mina Angela, cuya explotación cesó en 1992, y la mina quedó sumergida. Pese a la remediación, el cianuro y otros residuos tóxicos estarían en aguas de Río Negro
y Chubut. Se teme que afecte a los 7.000 vecinos de Ingeniero Jacobacci.

Un dique salteño lleno de inmundicia

Si bien no contiene metales pesados, el dique Cabra Corral es la gran preocupación de los habitantes de la ciudad de Salta, por las toneladas de basura que los municipios vecinos arrojan en los ríos, y que en verano son
arrastradas hacia el embalse.

Napas contaminadas y polvillo en San Juan

El basurero de la ciudad de San Juan, a 40 kilómetros, está saturado y jamás fue tratado para evitar que la napa se contamine. Las cuatro comunas vecinas tiran la basura a campo abierto. La capital sufre además el polvillo lanzado por los
hornos de Electrometalúrgica Andina, que causa problemas respiratorios.

San Luis: agua mala

Los problemas se concentran en la capital. El río Seco —que atraviesa el sector norte y muere en napas profundas— recibe los líquidos no depurados de dos parques industriales. El dique Cruz de Piedra ya no puede abastecer de agua a la
ciudad, debido a la proliferación de algas.

Santiago del Estero: tóxicos en un lago

El lago del dique frontal de las Termas de Río Hondo sufre un altísimo grado de contaminación, que provoca gran mortandad de peces. Se debe a los residuos tóxicos vertidos a los ríos que lo alimentan —en especial el Dulce, que recibe
los desechos de los ingenios azucareros tucumanos—, y a los efluentes de la minera Bajo La Alumbrera.

Derrames de crudo en Santa Cruz

Varias veces los derrames de petróleo comprometieron aguas, suelo y fauna. La actividad carbonífera de Río Turbio afectó algunos ríos y arroyos. En el mar, las aguas del golfo San Jorge sufren el exceso de pesqueros extranjeros.

Santa Fe: problemas con los barcos

El aumento del tránsito fluvial por el Paraná impacta en el Gran Rosario, principal puerto granelero del país. Antes de cargar, los buques desagotan el agua que les sirvió de lastre, y con ella va gran cantidad de peces muertos. Aunque menos que antes, al río también se vierten muchos desechos industriales.

Un río tucumano totalmente sofocado

Al Salí, principal río de la provincia, van a parar cada año 150.000 toneladas de basura de los centros urbanos, 66.000 de residuos cloacales, 400.000 de desechos industriales, y los minerales que vuelca la planta de procesamiento de
la minera Bajo La Alumbrera. En 2002 se lanzó el Plan de Producción Limpia, que busca corregir los procesos productivos para eliminar o reducir al máximo los residuos.

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